Los Cooperadores Salesianos nacimos con el proyecto de Don Bosco en favor de los jóvenes pobres. Desde fines de 1841, en efecto, para su "obra de los oratorios" recurrió a la colaboración de muchas personas. Ampliando su obra, Don Bosco se dio cuenta de la creciente necesidad de Cooperadores, (también de sacerdotes, pero sobre todo de laicos), ligados a las misión salesiana. Pensó entonces en unirlos y asociarlos.
En un primer momento nos concibió como "Salesianos Externos" de la congregación de San Francisco de Sales insertando un capitulo sobre "Los Externos" en las mismas Constituciones Salesianas. Pero el "no" de la Santa Sede lo indujo a fundar una Pía Unión autónoma (hoy Asociación) con un Reglamento propio aprobado el 9 de mayo de 1876 por el Sumo Pontífice.
¿Cómo quiso Don Bosco a los Cooperadores? Ante todo que fuéramos corresponsables de la misión salesiana: "A los Cooperadores Salesianos escribe en su reglamento se les propone la misma mies de la Congregación de San Francisco de Sales, a la que quieren asociarse" (RDB, IV). Por consiguiente están insertos en la realidad del mundo: "Estos, haciéndose Cooperadores Salesianos, pueden seguir en medio a sus ocupaciones ordinarias, en el seno de su familia..." (RDB, III).
miércoles, 2 de septiembre de 2009
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